Estos días han estado promocionándose (por lo menos en Valladolid) campañas tipo “Día Sin IVA”. Últimamente se juega mucho con este concepto en publicidad. Recordemos, por ejemplo, la campaña de “Yo No Soy Tonto” de cierta compañía dedicada a vender productos electrónicos, que es muy, muy asidua a este tipo de campañas de cuando en cuando. Esta vez ha sido El Corte Inglés, pero vamos, que tanto da unos que otros.
¿Por qué? Pues porque hay truco. Oh, sí. Si no, no sería verdadera publicidad. Y si hay algo cierto en este mundo es que nadie da duros a pesetas.
¿De qué estoy hablando? Pues en seguida lo podréis ver bien claro. Seguidme la corriente.
Pensemos esta sencilla cadena de razonamientos: El IVA en España es, considerando el tipo general (el frecuente en productos que no sean de primera necesidad), del 21%. En consecuencia un producto se ve encarecido en ese porcentaje al aplicarle dicho impuesto. Por tanto, si deseamos abaratar ese producto eliminando ese sobrecoste, basta rebajarlo un 21% de su precio final.
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Si os habéis llevado las manos a la cabeza leyendo esto, enhorabuena. No sufrís de anumerismo. Si por el contrario os ha parecido de lo más razonable, deberíais prestar un pelín de atención a lo que viene a continuación. En serio. Que no te tomen por tonto, como dicen en la cadena esa de electrónica.
Cuando se aplica el IVA, se aplica a un precio pre-IVA. Es decir, el 21% es el 21% de ese precio ANTERIOR al añadido del impuesto. Esto que parece (es) una perogrullada, es el truco en el que se intenta hacer caer al consumidor. Porque, de la misma forma, el ahorro del 21% debería ser el 21% del precio CON IVA. Es decir, un 21% de una cantidad SUPERIOR.
Es decir, en consecuencia, si subes un producto un 21% y luego lo rebajas un 21%…te queda más barato de lo que estaba inicialmente, porque el segundo 21% es más grande que el primero, en valor nominal.
¿No está claro? Suena raro, pero es fácil (y una de las cosas con las que más me río con los de 1º y 2º de la ESO). Quizás con un esquema:
¿Aún no está claro? Veámoslo en profundidad. Al incrementar el precio se le añade el 21%, pero el 21% del precio inicial (el círculo azul). Sin embargo, al rebajarlo, se aplica un 21% de lo que se tiene en el momento de aplicar dicha rebaja, que es el circulo verde. Evidentemente, el 21% de una cosa es mayor que el 21% de una cosa más pequeña (el 21% de un elefante es mucho más que el 21% de una hormiga) ya que un porcentaje es como su nombre indica, el número de trozos que cogemos de algo cuando hemos dividido ese algo en 100 pedazos.
Por tanto lo hemos incrementado el 21% de lo azul (pequeño) y lo hemos rebajado el 21% de lo verde (algo más grande). En consecuencia, el círculo final (el rojo) es diferente al inicial (azul). Vamos, que no coinciden. Es una prueba de que un porcentaje NO se compensa (o se anula) con otro idéntico.
Bueno, y ¿Esto qué tiene que ver con los anuncios del día sin IVA? Pues muy simple. Las empresas no son idiotas (ni tontas) así que saben perfectamente lo que estamos aquí contando. Por eso, en las promociones en las que descuentan el IVA realmente NO te descuentan un 21% del producto, que sería el IVA y algo más, sino un porcentaje menor que corresponde con el 21% de Impuesto al Valor Añadido. Es decir, descuentan al círculo verde un porcentaje que haga que el rojo sea igual que el azul. Y ese porcentaje es más pequeño del 21%, estando en torno al 17,4%.
¿De donde sale ese 17.4%? Muy simple: Al aplicar el IVA a un producto que cuesta X euros, pasa a costar 1.21X euros. Luego para que vuelva a ser otra vez X habrá que multiplicar a 1.21X por la inversa de 1.21, que es 1/1.21 ( y así cancelar ambos números y que sobreviva la X). Pero 1/1.21 es 0.8264, que corresponde a un porcentaje de 82.64%. Es decir, hay que pagar sólo el 82.64% del producto para compensar esa subida del 21% anterior. Y he aquí por último que si he de pagar el 82.64%….¡¡ es que me rebajan un 100%-82.64% = 17.36%!!
Lo curioso es que realmente las compañías no mienten en los anuncios. Sencillamente dejan que el cliente establezca una relación errónea entre descuento ofertado y 21%. Pero en ningún momento dicen “ahorro del 21% del PVP» (Precio de Venta al Público). Al loro con estas imágenes:
Que dice realmente que te van a rebajar el 21%…. correspondiente al IVA. No aclaran en el mismo tamaño de letra el 21% de qué. Si del precio inicial antes del impuesto o al PVP. Muy astutos.
Porque son astutos, no tontos. Si nos fijamos en la letra pequeña del anuncio pone “claramente”:
Literalmente:
“Descuento equivalente al importe del IVA aplicable a cada producto. Todos los productos incluyen IVA (…). Ejemplo para un producto de 500 € el IVA aplicable a cada producto será de 86.78 €”
Fijaos que el 21% de 500 € NO es 86.78 €, sino 105 €. La cantidad a descontar es el 17.356% de 500 €.
El precio que tenía el producto antes de impuestos era de 500 – 86.78 = 413.22 €, cuyo 21% es, ahora sí, los 86.78 € (redondeando al céntimo de euro).
Asi que lo dicho. Que no os tomen por tontos. No mienten, pero dejan que nos creamos una mentirijilla. Dejan que relacionemos IVA = 21% con SIN IVA = -21%. Cosa que acabamos de ver, no es cierta.